Las pruebas unitarias son una herramienta fundamental en el desarrollo de software. Con ellas es posible:
El poder de las pruebas radica en que son, justamente, código (y no, por ejemplo, una especificación en un bibliorato), lo cual las vuelve facilmente automatizables. Y como se encuentra normalmente junto con el código productivo, los cambios en las especificaciones del mismo serán detectados rápidamente.
Sin embargo, al tratarse de código, un desarrollo poco cuidado de los casos de pruebas puede introducir problemas similares a los que surgen con el código productivo en los siguiente aspectos:
Lo cual llevará a severos problemas de mantenibilidad de los tests y a eslóganes y prácticas tan aviesas como “test que se rompe, test que se elimina”. Así nuestra preciada cobertura desaparecerá sin avisar.
La moraleja es entonces que el nivel de calidad de las pruebas unitarias debe ser similar al del código productivo.